lunes, 29 de junio de 2009

domingo, 28 de junio de 2009







"... con mucha frecuencia creo personajes desprovistos, al menos en la superficie, de toda magnitud. Me ocupo de la "gente trivial". Sin embargo, ¿hay "gente trivial"? A veces pienso que sólo existen conceptos triviales de la gente. Nadie que viva y sienta con intensidad puede ser trivial, y, examinado con detenimiento, yo diría que la mayor parte de la "gente trivial" vive con esa intensidad que yo suelo explotar como escritor."

Tenessee Williams
Memorias

sábado, 27 de junio de 2009

coto matamoros


Interesante y maduro debate sobre el derecho a decidir.

viernes, 26 de junio de 2009

De la cebolla como metáfora

Personalmente la prefiero como base de un buen sofrito.

miércoles, 24 de junio de 2009

martes, 23 de junio de 2009

lunes, 22 de junio de 2009

Salí para distraerme y me topé con un entierro

Después de la reprimenda de Berligo no me atrevo, por el momento, a colgar otra imagen. Así que hoy toca recomendación. Buscad un cuento de Dostoievsky que se llama Bobok. Para ir abriendo el apetito aquí teneis un "pequeño" fagmneto de un interesantísimo estudio que he encontrado en internet. Ala, listillos, a disfrutar!

En "Bobok", su cuento más extraño, Dostoievsky proporciona la versión más radical de la idea de que "Si Dios no existe, entonces todo está permitido". El relato sigue desconcertando a sus intérpretes. ¿Esta bizarra "fantasía mórbida" es simplemente un producto de los trastornos mentales del autor? ¿O se trata de un sacrilegio cínico, un intento abominable de parodia de la verdad divina tal como es revelada por la Santa Biblia? En "Bobok", un escritor alcohólico llamado Iván Ivanovich sufre alucinaciones auditivas:
Empiezo a ver y a oír cosas extrañas. No son precisamente voces; es como si alguien murmurara muy cerca "¡Bobok! ¡Bobok! ¡Bobok!"
¿Qué quiere decir ese "Bobok"? Tengo que distraerme.
Salí para distraerme y me topé con un entierro.
El escritor asiste entonces al funeral de un pariente lejano. Después de entierro, se queda dando vueltas por el cementerio, donde inesperadamente escucha la conversación cínica y frívola de los muertos:
Me acosté sobre una piedra larga en forma de sarcófago de mármol. No sé cómo ocurrió, pero comencé a escuchar una serie de cosas. Al principio no le presté atención, e hice como que no escuchaba. Sin embargo, la conversación continuaba. Oí voces ahogadas, como de bocas sofocadas por almohadones y, a pesar de esto, claras y muy cercanas. Volviendo a abrir los ojos, me senté y me puse a escuchar con atención.
Escuchando el diálogo, Iván Ivanovich descubre que la conciencia humana continua viviendo después de la muerte del cuerpo físico hasta la descomposición total, que los personajes fallecidos asocian con el terrible balbuceo de la onomatopeya "bobok". Uno de ellos comenta:
Lo bueno es que tenemos dos o tres meses de vida y después: bobok. Propongo que pasemos estos meses de la manera más agradable posible, organizándonos sobre nuevos principios. Damas y caballeros: propongo que nos despojemos de toda vergüenza.
Los muertos, al darse cuenta de que están libres de su condición terrenal, deciden entretenerse contando historias de su existencia mientras estaban vivos:
Mientras tanto, no quiero que digamos mentiras. Es lo único que les pido, porque es lo esencial. Sobre la tierra es imposible vivir sin mentir, porque vida y mentira son sinónimos, pero aquí no mentiremos para poder divertirnos. ¡Qué diablos! Que la tumba sirva para algo. Contaremos nuestra vida en voz alta, sin ningún pudor. Empezaré por la mía. Saben que soy un canalla. Allá arriba estaba atado y sujeto a una soga corrupta. Cortemos la soga y pasemos estos meses en la verdad sin pudores. Desvistámonos y quedémonos todos desnudos.
-¡A desnudarse! ¡A desnudarse!, chillaban todas las voces.
El tufo hediondo que huele Iván Ivanovich no es el olor de los cadáveres pudriéndose, sino una corrupción moral. A continuación, Iván Ivanovich estornuda y los muertos se callan; el encanto se rompe y estamos de vuelta en la realidad cotidiana:
Y de pronto estornudé Fue repentino e involuntario, pero el efecto fue sorprendente; todo quedó en calma como en un cementerio, todo se desvaneció como en un sueño. El silencio era realmente sepulcral. No creo que mi presencia pudiera molestarlos: habían decidido no tener vergüenza de nada. Esperé cinco minutos más –ni una palabra, ni un sonido.
Mijail Bajtín vio en "Bobok" la quintaesencia de la poética de Dostoievsky, un microcosmos de todo su trabajo creativo que gira alrededor de un motivo central: la idea de que "todo está permitido" si Dios ni la inmortalidad del alma existen. En el subsuelo carnavalesco de una vida "entre dos muertes", toda regla o responsabilidad se halla suspendida, los muertos-vivos pueden despojarse de todos sus pudores, comportarse de forma demencial y reírse de la honestidad y de la justicia. El horror ético de esta visión es que expone el límite de la idea de "verdad y reconciliación": ¿qué ocurriría si la confesión pública de un delito, en vez de desencadenar una catarsis ética, produce en el autor del crimen un plus de placer obsceno?

sábado, 20 de junio de 2009

jueves, 18 de junio de 2009

miércoles, 17 de junio de 2009

el hombre y el perro

Sovint he sentit a dir que no és noticia que un gos mossegui a un home, la noticia seria que l'home mossegués al gos. Avui ens han explicat que un home ha matat una mosca. En fi!

lunes, 15 de junio de 2009

una semana sin ti

Esperando en silencio
que vuelvas de nuevo conmigo
van pasando las horas
y siento que al fin llegarás;
borrarán tus palabras
el tedio fatal de la ausencia,
y al calor de tus besos, podré renacer.
Cuánta falta me has hecho
estas noches de espera incesante,
cuántas cosas se pierden
en una semana sin ti.
Pero a veces quisiera volver
a sentirte tan lejos,
porque nunca te tuve tan cerca de mí.

Vicente Garrido
Per Martirio a "Flor de piel"

J'ai baisé ta bouche Iokanaan


domingo, 14 de junio de 2009



Xavier Sabata com a Pisandro a "Il ritorno d'Ulisse in patria"

sábado, 13 de junio de 2009


Fernando Pessoa

Autopsicografia

O poeta é um fingidor
Finge tão completamente
Que chega a fingir que é dor
A dor que deveras sente.

E os que lêem o que escreve,
Na dor lida sentem bem,
Não as duas que ele teve,
Mas só a que eles não têm.

E assim nas calhas de roda
Gira, a entreter a razão,
Esse comboio de corda
Que se chama coração.